HoneyMoon Diaries: Birmania

Cuando me imaginaba nuestro viaje de novios, siempre tuve en mente que uno de los lugares donde iría sería Birmania. Y creo que acertamos... Es un país increíble, que te transporta años atrás, donde todo era más sencillo, la gente sonreía por la calle y la actividad principal de la mayoría de los pueblos era el campo... Yangón te introduce poco a poco en la espiritualidad que se vive en cada esquina, al caos de una antigua capital económica que mira hacia el resto de Asia con ganas de crecer, y a su maravillosa gente. Bagán es un espectáculo, no tengo otra palabra para definir sus puestas de sol, sus coches de caballo como en antaño, sus cabras cruzando la calle junto a nosotros, y sus increíbles pagodas que se asoman en el horizonte formando un paisaje único. Para mí, de Birmania, es la verdadera joya de la corona. En Inle vimos la inmensidad del lago, sus casas flotantes, sus pueblos de pescadores en canoa y un montón de niños sonrientes en escuelas rurales que se acercan corriendo cuando te ven aparecer... Un sueño de lugar que deseas que progrese y tenga las mismas oportunidades que nosotros, pero que te da pena que con ello termine su forma de vida, tan inocente y hospitalaria, la magia de vivir como años atrás y una cultura milenaria que respeta su religión y vive sonriendo... Ahora estamos en Camboya y nos está encantando, es un bellezón de lugar, pero realmente Birmania nos ha robado el corazón, y una parte de él se ha quedado por allí, para siempre! Espero poder regresar de nuevo algún día a buscarlo!

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